Es una pieza clave en la historia del cine. Conocido también como mutoscope, fue uno de los primeros dispositivos cinematográficos que brindaba entretenimiento de forma sencilla, económica y con movimientos muy realistas.
Este sistema se encontraba dentro de una caja con un visor a través del cual el espectador podía disfrutar de lo que sin saber sería el inicio de la magia del cine. Este ingenioso invento no quedó en el olvido, pues para el año 2004 el estadounidense llamado Joe Freedman replicó el diseño en una versión pequeña, llamado retroscope.
Posteriormente, en Kickstarter se dirigió una campaña creativa para revivir este aparto, pero con un mecanismo más complejo, avanzado y aún mucho más asequible.
Origen del mutoscopio
Se adjudica su patente a Herman Casla, quien registró el producto el 21 de noviembre de 1894. En la historia se señala que su predecesor fue la máquina llamada flipbook, creada por Jhon Barnes Linnet en 1868, la cual fue muy conocida a nivel mundial. Luego de ésta, un año después, surgió el invento creado por Thomas Edison, que era muy similar, pero sin ser manual.
Posterior a ello es que nace el mutoscopio, el cual fue comercializado por la American Mutoscope & Biograph Company y superó fácilmente las ventas de la máquina Peep show Edison. Aproximadamente para 1900 las cajas de madera fueron reemplazadas por cajas metálicas, y comenzaron a identificarse como los “clam shell Mutoscope”.
En 1920, este invento fue vendido a William Rabka, que comenzó con su propia compañía, conocida como la International Mutoscope Reel Company. Sin embargo, se señala que el diseño original se mantuvo hasta 1909, cuando se detuvo la producción, lo cual se debió posiblemente a la popularidad del invento de los hermanos Lumière.
¿Para qué se usaba el mutoscopio?
Fue creado para el entretenimiento. Estos aparatos eran colocados cerca del mar o en los parques de atracciones, lo cual atraía a un entusiasta público de diferentes edades.
El diseño giratorio permitía disfrutar de imágenes en movimiento durante al menos un minuto. La caja tenía un sistema de tragaperras, en el cual el espectador introducía una moneda y podía elegir entre cinco historias diferentes.
Una vez elegida la historia, se usaba una manivela que se encontraba en la base para girar la bobina y controlar la velocidad así como la dirección de avance de la proyección que podía ser hacia delante o hacia atrás. A partir de allí se disfrutaba del cortometraje a través de un pequeño lente que se encontraba en la parte superior de la caja.
Específicamente el mecanismo consistía en colocar las imágenes de la animación en un cilindro central que agrupaba 850 tarjetas. Daba la percepción de que eran colocadas en forma de libro, aunque no era así. Estas imágenes eran simples copias que estaban soportadas en papel de fotografía, en colores blanco y negro que corrían una detrás de la otra de manera rápida y sucesivamente, pero separadas por una especie de dedo de metal colocado sobre el borde exterior de las fotos poco antes del visor, generando la percepción de imágenes en movimiento.
El mutoscopio como antecedente de la animación moderna
El sencillo pero innovador procedimiento de dar movimiento a imágenes estampadas en fotografías, ejecutado a gran velocidad, fue sin duda el inicio de la animación, permitiendo ver cine desde la base de un grupo de fotografías y que, en conjunto con otros dispositivos de la época, condujeron al maravilloso invento de la cinematografía.