El montaje cinematográfico es la esencia en el mundo cinematográfico, el cual es usado para narrar la historia a filmar. Al producir una película, se debe planificar con antelación cuál será la presentación final. Con esta idea se podrán rodar los tipos de planos necesarios hasta alcanzar la realización pensada inicialmente.
Esto a su vez, permitirá establecer con certeza lo que se quiere que vea el espectador en la pantalla como la forma, el orden y el ritmo. Una mala producción puede cambiarle el sentido al mensaje inserto en la historia.
En definitiva, es el proceso donde se edita toda la película, allí se suprime lo que no gusta o encaja en la filmación, se aceleran los ritmos o se cruzan los tiempos. Gran parte de la responsabilidad sobre este proceso la tiene el director, pues es quien en definitiva construye el rodaje en tiempo y espacio.
Tipos de montajes cinematográficos
Al considerar que es la base de la narración de la historia, y que conlleva a diversos planos. Así, encontramos distintas clasificaciones como el montaje interno y el externo; o según la totalidad del relato o la temporalidad. En general se tiene:
Narrativo o Clásico
Consiste en tipo o género básico, como es contar los hechos de forma narrativa, ya sea cronológicamente o haciendo saltos al futuro o al pasado (flash-forward o flash-back y Racconto).
Expresivo
Ideal cuando se trata de marcar el ritmo de la acción, por ejemplo, si se trata de una historia de aventura o de acción, el montaje es de estilo rápido.
Ideológico
En caso de que se usen las emociones, expresadas a través de símbolos, señas o gestos, impera el estilo ideológico.
No narrativo o Poético
Especialmente pensada en una obra poética con intención expresiva, procurando despertar sentidas reacciones en el espectador. Los planos pueden no presentarse en orden cronológico de manera de mantener la atención en todo momento.
¿Cómo hacer un montaje cinematográfico?
En principio dependerá del tipo de producción o realización que se elija, pero en cualquier caso lo importante es que el espectador se deje llevar por la historia cinematográfica, y no se desconcentre con los cambios de plano.
Por otra parte, al montar diferentes planos, posiblemente de lugares y momentos, es necesario respetar con las reglas de la continuidad para que la realidad y la historia sean creíbles.
Una vez obtenidos los distintos planos, se escogen los que se consideran los mejores y se enlazan conforme al orden del guión, aunque no necesariamente tengan orden cronológico, pues se insiste, dependerá del tipo de montaje, pero nunca en discordancia con el orden del guión. Este procedimiento se realiza en una mesa de producción provista de la llamada moviola que es la máquina para edición de películas.
Aunque es de señalar que en la actualidad existe un sistema que hace a un lado la moviola, como es el AVID. Se trata de una mezcla de montaje que utiliza vídeo y ordenador, con 4 canales de video, una amplísima paleta de efectos digitales de imagen y 24 pistas de sonido digital de 48 kh.
Se trabaja con el negativo de la imagen, se digitaliza y se introduce en el ordenador. Luego se accede a un fotograma, pudiendo aumentar, transformar, colorear, eliminar y trucar cualquier elemento, obteniendo pues el montaje cinematográfico deseado.